Quejas, reclamos y opiniones.

En muchos restaurantes, centros comerciales, almacenes de cadena y otros sitios de comercio, hemos visto esta pequeña caja con el título de Buzón de quejas, reclamos y opiniones, en los call center se les llama PQR (peticiones, quejas y reclamos), pero la verdad muy pocas veces las he usado, y no porque el servicio siempre sea genial o haya tenido experiencias agradables en toda ocasión que he visitado o he sido atendido en alguno de estos sitios, sino porque: Primero, me da pereza buscar lápiz y papel, segundo, cuando hay lápiz y papel al lado del buzón, me da pena hacerlo, porque por lo general queda al lado de algún funcionario del lugar, y tercero, pienso: no valdrá la pena,  ni lo leerán y si lo leen se reirán de él y lo botarán a la basura sin más contemplación.

No sé si tal vez hemos pensado alguna vez y eso mismo suceda con nuestras oraciones.

Pensamos en un Dios que responde si y sólo si en nuestra libreta de notas hay buenas calificaciones y muchas veces pecamos de ingenuidad porque ni pedimos, siquiera, al pensar: "a Dios no le interesa esto que ahora estoy pasando, ha de estar muy ocupado organizando el universo como para afanarse por mi pequeño problema"; debido a esto cometemos el error de tratar de darle solución nosotros mismos de a cuerdo a nuestras ideas y limitado conocimiento, por lo que terminamos en dificultades.

Puedes decir: No; yo solo he resuelto muchos de mis problemas, y puedes tener razón, pero es que cuando resuelves tu solo el problema es porque, gracias a Dios, estuviste dentro del 50% de probabilidad a tu favor , y te libraste de caer en el otro 50% probable de fallo y error. Con Dios siempre irás a la segura: tendrás la certeza de que si haces lo que El te dice, el 100% de las probabilidades estarán a tu favor.

Dios siempre esta disponible. El es quien estará atento a cualquier duda o inquietud, además es quien responde tus quejas y reclamos. Se nos ha enseñado que debemos ir a nuestras autoridades para quejarnos o para reclamar, pero también se nos ha puesto un bosal cuando se nos enseña a  no tocar al ungido del Señor. Entonces lo mejor, lo más sano y sabio será siempre dirigirse a la fuente, al dueño del aviso, al pluma blanca, al jefe de jefes...a la máxima autoridad. Aquí no hay conducto regular, El siempre se ha puesto como el ejemplo y también como el único capaz de resolver toda duda o problema. Dejemos de pensar tanto y actuemos más.

Bueno, es hora de dejar la pereza, la pena o la baja estima y empezar a hacer buen uso del mejor buzón de quejas reclamos y opiniones. Recuerda: a Dios si le interesa todo lo que tengas que decir.