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¿De qué tamaño es tu Dios?

"No le digas a Dios cuán grande es tu problema... dile a tu problema cuán grande es tu Dios"

Cuando nuestro Dios es demasiado pequeño, nuestros problemas son demasiado grandes y tendemos a retroceder temerosos e inseguros. Pero cuando nuestro Dios es grande, los problemas se vuelven insignificantes y somos  llenos de reverencia cuando adoramos al Rey.

Hoy es necesario que te hagas unas preguntas:¿De qué tamaño es tu Dios? ¿Es lo suficientemente grande para intervenir en tu vida? ¿Es lo suficientemente grande para que confíes en Él? ¿Es lo suficientemente grande para que lo reverencies y le tengas absoluto respeto? ¿Es lo suficientemente grande para acabar con tus angustias y para que las sustituya por paz? 

Es difícil seguir adelante cuando uno se siente abandonado o nuestro dios no es el Dios todopoderoso y grande de las escrituras. Es fácil ceder al desánimo y dejar que eso nos vacíe el tanque, pero mira el gran ejemplo de  Pablo y Bernabé, ellos no podían darse ese lujo. Tenían un trabajo que hacer y por eso mantenían sus emociones bajo control. (Hechos 12:25-Hechos 13:5-Hechos 13-15) Siguieron adelante con una determinación aún más fuerte.

Una de las características de la madurez es la capacidad de seguir adelante, sin importar lo dura de la circunstancia, sin importar quién deje el escenario. Lo otro no es una opción. Una vez que hayas dicho adiós, los demás tienen que seguir adelante. Eso fue lo que hicieron Pablo y Bernabé. Como escribió Pablo en su carta a los Filipenses 3:14: “Prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Si tenemos un dios cualquiera: dinero, cónyugue, hijos, trabajo...etc., toda lucha que no tenga que ver con esa área específica en la que ese dios actúa, será siempre una materia pendiente en nuestra vida, además nunca podremos llegar a ser, como dice la palabra: "un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;" Nuestra madurez en El, depende de su grandeza en nuestra vida, es decir,mientras El sea, por nuestra falta de fe y ceguera espiritual, un pequeño dios, permaneceremos como pequeños espirituales, más, en la medida que le permitamos mostrar su grandeza, poder y esplendor en nosotros, podrá ser cada día más el Señor Todopoderoso que es y nosotros creceremos día a día hasta, en la muerte poder decir como Pablo:  "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe."

Adaptado y editado de: aquí.

Recuerda: Cuanto más conozcas a Dios, más grande se volverá Él para ti.

Mientras oras puedes escuchar esta hermosa canción y reflexionar:


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