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La canción de tu corazón.

Salmo 47

47:1 Pueblos todos, batid las manos;
Aclamad a Dios con voz de júbilo.
47:2 Porque Jehová el Altísimo es temible;
Rey grande sobre toda la tierra.
47:3 El someterá a los pueblos debajo de nosotros,
Y a las naciones debajo de nuestros pies.
47:4 El nos elegirá nuestras heredades;
La hermosura de Jacob, al cual amó. Selah
47:5 Subió Dios con júbilo,
Jehová con sonido de trompeta.
47:6 Cantad a Dios, cantad;
Cantad a nuestro Rey, cantad;
47:7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra;
Cantad con inteligencia.
47:8 Reinó Dios sobre las naciones;
Se sentó Dios sobre su santo trono.
47:9 Los príncipes de los pueblos se reunieron
Como pueblo del Dios de Abraham;
47:10 Porque de Dios son los escudos de la tierra;
El es muy exaltado.


Guauuu, cada vez que leo este salmo, solo puedo decir eso:¡guauu!. Y es que es muy fácil levantarse en la mañana y dar gracias a Dios y decir y decir y decir, bla, bla, bla, más ¿levantarse e iniciar tu día cantando algo parecido a esto?. No te digo y ahora te aprendas este salmo y lo recites como loro todas las mañanas y hasta le pongas música con tu guitarra...no. Como cristianos, somos expertos en convertir todo lo nuevo y bueno en rutinario. Te digo, así como Jesús nos dejó el maravilloso modelo de oración en el  padre nuestro (Mat. 6: 9-13), puedes convertir este salmo en un gran modelo para adorar. 

Puedes cantar o no, la adoración poco tiene que ver con la música, eso es algo mal aprendido y enseñado en las congregaciones. Recitar un poema, moverte con danza y baile, hacer un silencio tan reverente que te haga temblar de emoción, llorar y musitar en la presencia de tu Dios, susurrar palabras de amor...postrarte y anhelar un destello de su presencia en ti (Jn. 4:23).

La canción de tu corazón, ese es el deseo de tu Señor. Escuchar, ver, sentir de ti, tus pasiones, tus deseos más profundos, tus versos... todo de ti. No un poco, no una parte, todo de ti, todo eso que cada dia dices sentir por El, es necesario demostrárselo; yo puedo decir que amo a mi esposa o a mi madre más ¿cómo ellas podrán decir que esto es cierto?: de acuerdo a mis actos y otras muestras de ese amor. Así mismo con Dios, debemos mostrar ese amor que decimos sentir por El, no sólo con palabras sino con nuestras acciones (Mat. 22 :37).

Canta, baila, ora, grita, recita, postrate... en fin, hazlo como quieras, pero no dejes de demostrarle cuánto dices amarle.




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