"Toda rama que en mí
no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más
fruto todavía" Juan 15:2
Ayer hablaba con Dios, mi
Padre, pidiéndole y me ayudara a entender algunas cosas de mi vida que no
entendía bien.
No entendía porque no tenía
muchas cosas que quisiera tener a pesar de estar con Él, no entendía por qué
algunas cosas no se habían dado como esperaba a pesar de orar y de hacer mi
parte lo mejor posible.
Entonces Dios me llevo a
pensar en esta Palabra; y es que cuando damos fruto, Él nos poda, nos pule, nos
forma, nos entrena para que demos más fruto todavía. También me llevaba a
pensar en el Bambú, el cual una vez que es sembrado se demora 7 años antes de
empezar a crecer con gran rapidez. En los 7 primeros años brotan las raíces y
lo hacen de manera profunda para así logar un rápido crecimiento en los años
posteriores. De igual forma, el Señor nos forma: nos ayuda a tener raíces
profundas en nuestro corazón, en las relaciones, en nuestro carácter, para que
luego estemos preparados para crecer en grande, dar mucho fruto y ser una gran
bendición para muchos.
Así que si ves que hay
cosas que no son como esperas, recuerda: Dios te está formando, enseñando y
preparando para darte cosas mejores. Ten paciencia, aprende lo mejor de tu
tiempo de entrenamiento, para que cuando sea el tiempo de crecer en grande nada
ni nadie te pueda detener y permanezcas fiel al Señor en todo tiempo, dando
mucho fruto para El y para los demás.
Dios buscara pulirnos y
formarnos hasta el último día de nuestras vidas por el gran amor que nos tiene.
Autor: Andrés Felipe
Rangel.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Comentar es Bendecir.