Comparto mis Blogs en varios grupos "cristianos" en facebook y en algunas comunidades "cristianas" en Google + y, gracias a Dios han tenido muy buena acogida. No obstante siempre hay lunares. De vez en cuando me encuentro con algún enajenado religioso, con alguno que se considera la mano derecha de Dios y cree que debe señalar, acusar y decir qué es y qué no es lo agradable ante los ojos del Señor.
Algunos sienten que nacieron con el "divino deber" de desenmascarar apóstatas y otros simplemente no pueden controlar su amargura y escriben comentarios cargados de rencor, prejuicio y desdén.
Sinceramente no he leído en la Biblia versículo alguno que me invite a ser un "caballero desenmascarador", un Sir. Apostasía, que vaya señalando a todo aquel que diga o haga algo que a mi parecer sea erróneo, aún a aquellos que realmente corrompen la palabra; antes bien he leído cómo he de esperar y Dios sea quien corrobore sus actos. Sólo el Señor, con el correr del tiempo, descubre quien ha sido o no un apóstata (Mat. 13:30).
Quien prejuzga sin leer, quien se deja guiar sólo por sus ojos y da rienda suelta a su lengua sin conectarla con el cerebro, simplemente me hacen sentir tristeza, no por lo que dicen, sino por la pobreza de sus corazones (Mat. 12:34).
Sé y esto también será desdeñado, juzgado y mal interpretado por aquellos que hacen de ello su negocio, pero quería desahogarme ya que de no hacerlo corro el riesgo de convertirme en un amargado que comenzará a señalar a aquellos que no lo quieren, como apóstatas y falsos creyentes, olvidando...amarlos como Jesús quiere (Mat. 5:44).
Medita en la palabra, recuerda quién es tu Dios, qué ha hecho El por tí, mira la viga en tu ojo y sé que no tendrás ánimo o tiempo para estar fijándote en las pajitas de los ojos de tus prójimos.
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