Altas temperaturas.

"...Porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis" (Mat 6:8).

Hace unos días mi hija de 18 meses experimentó una fiebre de casi 40 grados, una temperatura en la que, según los médicos, es posible una reacción adversa como las convulsiones.

Era casi la 1 de la madrugada y me levanté somnoliento para revisar por qué ella estaba sollozando en su cama, al tocar su carita noté que estaba caliente, pero no pensé que fuera fiebre (estaba medio dormido), pensé, tontamente, "tiene frio", la abrigué mejor y volví a la cama; no pasaron más de treinta segundos antes de que mi pequeña gritara, fue un grito como de dolor, como si le hubiesen pellizcado. Completamente despierto y muy asustado acudí a revisarla de nuevo y, esta vez con la luz encendida, pude notar su rostro enrojecido y decaído, además pude percatarme de que, en efecto, tenía fiebre. Rápidamente, junto con mi esposa, tomamos su temperatura y vimos con horror como el termómetro marcaba unos temibles 38.3 °C, después de eso nos movimos con tanta rapidez que parecíamos un par de relámpagos. Finalmente después de un baño y una dosis adecuada de medicamento, recuperó la temperatura normal y pudo, pudimos, descansar.

Quise compartir este pequeño pasaje de mi vida porque mediante esta situación, Dios llamó mi atención.

Cuántos de nosotros vivimos y hacemos todo ya casi por inercia, por pura y aburrida rutina, nada nos sorprende, nada nos inspira, todo nos parece gris, aburrido...monótono. El ser padres, hijos, hermanos o amigos es algo que damos por sentado y qué hablar de nuestros trabajos o estudios, es algo que debemos hacer y poco disfrute hay en ello.

Dios, como sabemos, nos conoce y sabe qué necesitamos, aún aquello que consideramos irrelevante. Nos conoce tan bien que sabe cuando requerimos algo que nos despierte o haga reflexionar, un llamado de atención que nos ponga de nuevo en el camino y así valoremos más el precioso regalo de la vida.

Luego de esa noche decidí estar más pendiente de mi hija. ¿Cuál es esa área de tu vida que presenta fiebre hoy?