El perdón a uno mismo.

Siempre recibimos muchos consejos que nos ayudan a perdonar, por lo general siempre hay algo que debemos perdonar a alguien, al parecer, siempre el mal viene de fuera y somos nosotros quienes necesitamos brindar ese maravilloso don liberador del perdón. Y eso está muy bien, perdonar siempre ejercerá ese principio innegable que nos enseñó Jesús en el modelo de oración (Mateo 6:9-13), si perdono recibiré en reciprocidad perdón de parte de nuestro Padre.

Sé que en ocasiones no es sencillo creer que Dios nos ha perdonado y eso puede ser por una de dos razones: 

Primero: Realmente no te has arrepentido y debido a esto no has recibido el perdón de tu pecado. Tal vez sientes remordimiento, un simple cargo de conciencia pero no el genuino arrepentimiento que te permitirá ser libre de todo yugo del pecado. ( Mat. 9:13) (Col. 2: 8-16)

Segundo: Te has arrepentido, Dios ya te perdonó pero Satanás, nuestro enemigo, no ha permitido que recibas el perdón de Dios y te perdones a ti mismo por lo que hiciste, recordándote ese pecado, que fué muy sucio, muy malo y por ello Dios no te podrá perdonar por lo que has hecho.

Sé que Dios ya te ha hablado sobre el arrepentimiento. por eso hoy te quiere hablar sobre la falta de auto-perdón. Y es que como bien sabemos nuestro enemigo, el Diablo, es astuto y explota nuestras debilidades y errores al máximo. Por todos los medios y usando su campo  de batalla preferido: la mente, tratará de hacerte creer que Dios no te perdonará que lo que hiciste le ha ofendido mucho, te hará compararte con aquellos a quienes consideres mas santos, aún usará la figura de Jesús contra ti haciéndote pensar que nunca podrás parecerte a El y que tu pecado te aleja de llegar a ser un digno representante suyo...en fin, enfocará todo su arsenal en hacerte lo más sucio posible para evitar que puedas sentir la libertad que Dios ya te ha dado.

Y es que el auto-perdón no es otra cosa sino aceptar lo que Dios ya te ha dado, es recibir el perdón que El ya expidió para sus hijos mediante el sacrificio perfecto y eterno de su hijo, y nuestro hermano, Jesucristo. Sólo debes reconocer que te has arrepentido, saber que El te ha concedido el maravilloso y gratuito don de la Gracia y callar la voz del enemigo con una nueva y reforzada santidad, que pese a lo que algunos puedan pensar, poco tiene que ver con lo que hacemos, sí, con lo que Dios puede decir de nosotros...pero ese es otro tema.

Por favor, si aún cargas con el lastre que el enemigo te ha puesto, deshazte hoy de el y recuerda lo que le dijo a Jairo: No temas, cree solamente.

Escucha esta canción mientras oras y...cree.